Redacción - María Moltó

27 noviembre 2006

COMPROMETIDO CON LA JUSTICIA

La justicia es ineficaz y lenta en España. Así lo afirma, sin tapujos, el Catedrático de Derecho Procesal de la UNED y Magistrado Emérito del Tribunal Constitucional, Vicente Gimeno, quien consciente de estas importantes carencias y con una larga y reconocida trayectoria profesional, está inmerso como vocal en la Comisión Especial que realizará la Reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Gimeno trazó, durante una conferencia, los principales cambios que comportará la reforma. Unos cambios que, como la lluvia, no siempre se producen a gusto de todos.
Los fiscales han sido los primeros en formalizar su queja ante lo que se les viene encima. Con la propuesta que realiza la comisión de la Reforma, tendrán que trabajar más y ya es conocido en España que eso es lo último que se le puede pedir a un funcionario. A juicio de Vicente Gimeno, los fiscales deberán responsabilizarse, junto con la policía judicial que también amplía sus competencias, de todo el proceso de investigación e instrucción de la causa, con la sobrecarga de trabajo que ello implica. Este nuevo modelo pretende una mejor distribución del trabajo, y aunque el juez sigue presente en la instrucción, "el fiscal deja de ser un burócrata de la acusación para interesarse por la víctima y estar presente durante toda la fase de instructora", explicó Gimeno. Una labor que, a todas luces, se aproxima más a lo que debería ser realmente el trabajo fiscal.
Vicente Gimeno se mostró preocupado asimismo, por la alarmante politización de la justicia, una realidad que cada vez cobra más fuerza ya que resulta necesaria en la actualidad para la promoción profesional del cuerpo judicial. Gimeno corroboró que también en la justicia, se prima más a áquel que sale constantemente en los medios de comunicación en lugar de áquel que realmente trabaja. Por su parte, los partidos políticos "no resisten la tentación", dijo el jurista, de presionar y controlar tratando de tener "gente de su cuerda" en los puestos de responsabilidad y sobretodo en las fiscalías anticorrupción, ligadas como están a los asuntos urbanísticos.
El listado de reformas propuesto por Gimeno en su repaso al estado de la Justicia española, no sólo se limitó al ámbito del proceso penal. Incluyó las autonomías locales a las que ve "haciendo aguas" sobre todo en temas relacionados con el urbanismo, a la creciente crispación entre los partidos de Gobierno y oposición en asuntos de Estado y a los que pidió "más sensatez". El jurista tampoco pasó por alto la urgente necesidad de reformar la Constitución Española para, entre otras cuestiones, "acabar con la Ley Sálica" una norma a la que calificó de "inconstitucional". Gimeno, manteniendo su discurso coherente y cabal, restó hierro a la polémica y señaló que la Constitución tiene 'per se' mecanismos de reforma, no es un texto estático y por lo tanto "no pasa nada" por intentar adaptarla a los tiempos y exigencias actuales.